Las bases para ser verdaderamente feliz

Si el mundo fuera ciego, ¿a cuántas personas impresionarías?

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Siempre fui una mujer que le importó su físico, cuidando la alimentación, manteniendo un estilo de vida activo y muy fitness.

Aprendí que la felicidad estaría en tener un cuerpazo, acumular logros y reconocimiento, credenciales escolares o laborales, vestirme de cierta manera, manejarme con cierto status y ser popular. Así crecí.

Por años viví regida por esas creencias haciendo mi vida y mis decisiones fieles a ellas. Mi deseo de ser “top” teniendo como base esos “valores” me hicieron caer en problemas como una alimentación desordenada, mucha fiesta –demasiada– dejándome vacía, sin salud y paz mental.

Y sí, llegó mi noche oscura del alma. Ese lugar donde volteas a ver tu vida, tus hábitos, tus valores y dices “algo no está bien aquí”.

Estaba en bancarrota espiritual y en ese momento escuché una voz interna que dijo “Hay otra manera de vivir, recupérate y vas a vivir la vida de tus sueños”. La ilusión en la que viví por mucho años, esa que me decía que estar “hot” era tener cierta apariencia física, momento a momento, se desvaneció.

Esa voz me puso como misión: Encontrar las bases de la verdadera felicidad, la llave del verdadero poder y la fuente de la verdadera belleza.

Algunas fueron:

– Elegir un sistema de pensamientos basado en el amor. Como dicen “el que busca encuentra”. Yo busco verdad y el Universo me la trae a través de mis lecciones cotidianas.

– Empezar a desarrollar un trabajo interno, en donde sin miedo volteamos a ver el pasado, los dolores del corazón, la vulnerabilidad, hábitos, patrones y a partir de eso, desarrollar esa pequeña voluntad para  transformar todo ese “metal” en “oro”.

– Sé responsable de tu vida, acepta errores y aprende corregirlos.

– Acepta tu cuerpo, no hay nada mejor que la energía que irradia una mujer que absolutamente ama su cuerpo.

– Tener una verdad simple y sencilla, estar conscientes que estar bella físicamente despertará atención, pero JAMÁS traerá el amor ni cosas de verdadera sustancia.

Despierta, tu fortaleza y tu belleza es tu poder interno.

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