¿Cómo desbloquear la energía de tu cuerpo?

Lo sientas o no, tu cuerpo está lleno de energía que necesita fluir libremente para que estés sano y feliz, pero tus traumas y represiones lo tienen todo bloqueado con un caparazón. Aprende a liberarla

Compartir

Inicio de contenido desde the_content()

¿Te has sentido encerrado en tu propio cuerpo, como si tuvieras una armadura que te oprime los músculos y te impide sentirte libre y expresarte con espontaneidad? Esa sensación de tensión es a lo que Wilheim Reich (el padre de la psicoterapia corporal) llamó la coraza muscular y guarda una íntima relación con actitudes y síntomas asociados con el grado de flexibilidad o rigidez de tu forma de pensar y de vivir.

Según Reich, existen tres emociones básicas: el miedo, la tristeza y el coraje, de los que nos defendemos formando una coraza que bloquea la energía que necesitamos para sentirnos bien (los hindúes hablan de eso en su concepción de los chakras). Y, aunque tenemos muchos canales energéticos en el cuerpo, hay siete principales: entrecejo, boca, cuello/garganta, pecho, plexo, vientre, pelvis, que cuando tienen un atorón energético te hacen pasarla mal.

 

Cómo los desbloqueo

La respiración profunda y la meditación son la forma más efectiva de hacerlo, pero no tires la toalla todavía, no importa si nunca has meditado, si te da flojera o si crees que no eres capaz de hacerlo. Por algo se empieza, este ejercicio es fácil y, como dura solo 20 minutos, es un buen inicio.

Tómate un momento para sentir tu cuerpo respirando y para soltar cualquier tensión con tu exhalación.

En la primera parte de la meditación explorarás tu respiración en varios espacios del cuerpo, y en la segunda parte te relajarás.

Primera parte: 10 minutos

  • Frota tus manos hasta que estén tibias y colócalas suavemente sobre tu vientre bajo con las palmas hacia abajo. También puedes mover tus manos gentilmente alrededor de tu abdomen. Conscientemente respirando en tu vientre, no solo en el pecho.
  • Siente cómo la respiración se hace profunda y el vientre se relaja; imagina que es un océano de energía que va desde la pelvis al plexo solar, donde el estómago toca las costillas inferiores. Siente su sensibilidad.
  • Siente las olas de la respiración moverse a lo largo de tu cuerpo.
  • Ahora sube tus manos y déjalas descansar alrededor del plexo solar. Siente los movimientos de tu respiración y relájate. Conéctate con esta área tan sensible.
  • Permite que tus manos suban hasta la mitad de tu pecho, alrededor del área del corazón. Siente el movimiento de tu respiración tocando esta área tan vulnerable y bien protegida del cuerpo.
  • Respira suavemente. Deja que el pecho se expanda y se abra al sentimiento de amor y paz del centro de tu corazón.
  • Lleva tus manos al “puente de la respiración”, donde la garganta y el cuello trabajan con la boca y la nariz, invitando la respiración. Aquí, por dentro del cuerpo, la respiración toca tu glándula tiroides, la tráquea, el esófago y la espina. Esta área está contraída por los miedos y el estrés, pero con tu toque amoroso y la nueva atención puedes traer relajación y desbloqueo.

Segunda parte: 10 minutos

  • Coloca tus manos de nuevo sobre tu estómago. Imagina que el vientre es el inicio de tu respiración, desde ahí se expande hacia todo el cuerpo. Siente tu respiración moverse como una suave ola a través de tu cuerpo.
  • Con la inhalación mueves la respiración hacia arriba, al pecho, y con la exhalación hacia abajo, al estómago.
  • Siente que la vida está respirando a través tuyo. Siente la existencia nutrirte con cada respiración, sosteniendo tu vitalidad y gozo.

Fin de contenido de the_content()

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (24 votes, average: 4.71 out of 5)
Cargando…
Compartir
Psicoterapeuta especializada en la codependencia y las relaciones de pareja. Imparte conferencias y talleres. Es autora de dos libros: Amor ... ¿o codependencia? y Lo que ellos dicen sobre ellas

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta