Salud mental
Hacemos ejercicio como si no hubiera un mañana, porque sabemos que es la única forma de “ponernos fuertes”, pero ¿qué hay de la mente? Hay mucho que puedes hacer para fortalecerla y mantenerla así
Por Amy Morin
Nadie nace mentalmente fuerte, ese es un hecho, pero todos tenemos la habilidad de fortalecer nuestras mentes. Depende de las decisiones que tomes todos los días, aunque por supuesto hay factores que pueden complicar el proceso de fortalecimiento, como los trastornos de ansiedad o depresión. Pero nada te impide llegar a ser fuerte.
Una persona mentalmente fuerte es alguien que sabe sus valores y está dispuesta a vivir de acuerdo con ellos. Sabe cómo lidiar con autodudas, pensamientos negativos e ideas catastróficas.
Confía en su habilidad para manejar emociones incómodas, pero también sabe cuándo cambiar su estado emocional. Está lista para actuar de manera positiva, sin importar las circunstancias.
ES MARATÓN, NO SPRINT
Lo mejor para empezar tu entrenamiento de fuerza es identificar un mal hábito mental al que puedes renunciar. Si lo piensas, solo se necesita uno malo para tenerte atorado donde estás. Empieza con un pequeño cambio a la vez y piensa que esta fuerza es como la física, para obtenerla te tendrás que sentir un poco incómodo (así como te duelen las primeras ocho lagartijas) y ser muy constante para alcanzar tus metas.
Sigue estos pasos:
Piensa de manera realista
No se trata de estar feliz todo el tiempo, pero tampoco es nunca sentir miedo. Es aprender a aceptar y manejar un rango más amplio de emociones y saber cómo cambiar de un estado emocional a otro cuando no te está beneficiando.
Regula tus emociones
Tampoco es solamente intentar pensar positivo. Es muy importante pensar de forma realista, entonces en lugar de pensar, “todo va a salir bien”, es más sano decirte, “yo voy a estar bien sin importar cómo salgan las cosas”.
Toma acción positiva
Se trata de actuar de forma positiva sin importar cómo te sientes. Como cuando te empujas a trabajar más duro a pesar de estar cansadísimo o a tener una conversación difícil que quieres evadir. Se trata de aplazar la recompensa, resolver problemas y ayudarte a ti mismo y a los que te rodean.
Redacción Moi