¿Cómo y por qué funciona la psicoterapia?

Descubre cómo tu mente te puede jugar chueco y cómo la terapia te ayuda a corregir el camino

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El cerebro humano tiene múltiples pistas paralelas para procesar la información tanto consciente como inconsciente. Lo inconsciente, o sistemas rápidos, es lo que compartimos con otros animales, son recuerdos que no recordamos (valga la redundancia), pero que nunca olvidaremos y son los sistemas primitivos que nos permiten sobrevivir. Esto es lo que, hasta hace unos pocos miles de años, tenían nuestros antepasados para sobrevivir. Los sistemas lentos, que dieron origen a las narrativas, la imaginación y el pensamiento abstracto y los recuerdos conscientes, se fueron desarrollando como resultado de las interacciones sociales complejas, la autoconciencia y un cerebro más grande.

La diferencia en el intervalo de procesamiento entre los sistemas rápidos y los lentos es de medio segundo. Y este medio segundo es una de las razones por las que los seres humanos necesitamos terapia. Ese medio segundo es casi imperceptible para el conocimiento consciente, pero en ese tiempo el cerebro examina nuestros recuerdos, el cuerpo y las emociones, y en ese momentito el cerebro construye una experiencia con base en el pasado. El resultado es que sentimos que estamos viviendo en el presente, cuando en realidad vivimos medio segundo atrás. Ese intervalo explica por qué tantos de nosotros seguimos patrones de comportamiento viejos e ineficaces a pesar de que hemos fracasado al seguirlos.

La buena noticia es que los mismos procesos evolutivos que dieron lugar al sufrimiento también nos hand dado las herramientas para sanar: las habilidades para conectarnos, estar en armonía y empatizar con los demás. Por lo tanto, las raíces de la psicoterapia se remontan a los lazos familiares más antiguos, al apego a la familia y amigos, a la madre, a los consejos de los ancianos más sabios. El éxito potencial de la terapia se basa en tres mecanismos fundamentales del cerebro, la mente y las relaciones. El cerebro es un órgano de adaptación social moldeado por la evolución para relacionarse con los demás y modificar conductas por medio de nuestras interacciones con ellos. La psicoterapia aprovecha esta capacidad del cerebro de sintonizarse y aprender de otros en beneficio del cambio adaptativo.

El cambio depende de la activación de los procesos neuroplásticos, para que un cambio ocurra, el cerebro necesita cambios estructurales que se ven reflejados en pensamientos, sentimientos y conductas. Es por eso que la psicoterapia depende de la capacidad del terapeuta de estimular la neuroplasticidad de sus pacientes. Al crear narrativas e historias personales entre terapeuta y paciente, este puede comprender su pasado para consolidar su identidad y sanar el trauma y, así, tener una guía para el futuro.

LAS HERRAMIENTAS PARA SANAR
O sea, en no tan pocas palabras, lo que utiliza la terapia para sanarnos es…

El cerebro social:
El terapeuta se conecta con su cliente o paciente en un intercambio de emociones e información, con esta se crea una teoría y por medio del desafío y el apoyo, se busca ayudar al paciente.

La neuroplasticidad:
Las neuronas son capaces de adaptarse e interconectarse de mil formas. Y como el cerebro depende mucho de la experiencia para desarrollarse adecuadamente, a veces la cosa sale mal. Pero como es taaan adaptable, la terapia puede aumentar la neuroplasticidad en las redes del cerebro social para mejorar el apoyo, la confianza y la disponibilidad.

Lenguaje, narración y narrativas construidas en colaboración:
Los seres humanos somos narradores naturales, la necesidad de contar historias (y chismes) está incrustada en nuestra psique, conectada a nuestro cerebro y entretejida en nuestro ADN. Estas historias que nos contamos sirven como herramientas para la integración de redes neuronales, pero también para poner una distancia objetiva respecto a la experiencia directa.

Capacidad de autorreflexión:
el poder reflexionar sobre nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos se correlaciona con la psicoterapia exitosa. La terapia ayuda a usar estas reflexiones para tomar decisiones nuevas y más adaptativas. Se espera que el paciente aprende no solo a editar sus historias actuales sino también a ser autor de historias nuevas y mejores.

Los seres humanos modernos somos capaces de tomar consciencia de nuestros pensamientos y percepciones para trabajar contra nuestros prejuicios y obtener percepciones más claras de la realidad. Lo bueno es que nuestra capacidad de conectar con la mente de otros nos permite contrarrestar algunas de las decisiones poco brillantes de la evolución. Y la esencia de la psicoterapia es justamente esa capacidad del cerebro y la mente para sintonizarse e influirnos unos a otros.

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