Salud
Todos las tenemos, son el recuerdo de una operación, un raspón, un accidente, pero ¿qué son, cómo y por qué se forman?
Una cicatriz es un parche de piel que se forma cuando el cuerpo está curando una herida. Suelen ser más gruesas que el resto de la piel y sus colores varían entre rosa, morado y blanco.
Su “look” final depende de:
-El tamaño y la profundidad de la herida
-El lugar donde te cortaste
-La edad
-La tendencia hereditaria a la cicatrización
-El color de piel
A través de la cicatrización el cuerpo se repara. Quizá nunca lo has pensado, pero esta curación automática implica procesos biológicos complejísimos. Se divide en tres fases.
Que no quede huella…
Algunas cicatrices desaparecen, otras se quedan de por vida. Cuando son molestas hay vario tratamientos caseros que ayudan a disminuirlas. Para empezar, y seguro ya te lo dijo 20 veces tu mamá, no te estés rascando y quitando la costra, aunque te mueras de comezón por la histamina, una sustancia que se libera en tu cuerpo como respuesta a una amenaza, y que está en las costras.
Remedios caseros
Aplicar vitamina E sobre la herida cuando se empieza a formar la costra, ayuda en el proceso de curación.
Tomar vitamina C ayuda a acelerar la creación de nuevas células. Ponte limón en la cicatriz, hazlo de noche para evitar manchas de sol.
La sábila tienen propiedades hidratantes, desinflama, genera elasticidad y suaviza el aspecto de las cicatrices.
El aceite de oliva extra virgen limpia los poros y elimina las células muertas.
Revista moi